Desafíos al 2023: Industrias resilientes e innovaciones tecnológicas en un mundo pospandemia

En este “despertar pospandemia” -como lo han denominado algunos expertos- el escenario ha evolucionado vertiginosamente, abriendo nuevas oportunidades y posicionando innovaciones y herramientas en la gran mayoría de los sectores productivos. En este 2023 los desafíos se proyectan más apremiantes que nunca en medio de un complejo escenario que se prevé a nivel mundial.

La pandemia por Covid-19, sin duda alguna, configuró un escenario revolucionario marcando un antes y un después en la historia de la humanidad. Muchos sectores se vieron afectados en su continuidad operacional por esta emergencia sanitaria, pero a dos años de este acontecimiento mundial varios de estos ámbitos productivos demostraron su capacidad de resiliencia alineándose a la velocidad del proceso de transformación digital que ya se venía viviendo en la industria en general, modificando planes y generando nuevos desafíos para cumplir las metas de cada negocio.

Por ejemplo, el sector de Petróleo y Gas experimentó una recuperación importante dado el aumento en la demanda de petróleo, al igual que el sector minero gracias a la producción cada vez más creciente de cobre y litio para enfrentar la crisis climática.

Pero fue la industria farmacéutica la que vivió un despegue incomparable al tener que ofrecer una respuesta inmediata para detener los contagios generados por la pandemia. De hecho, fue el primer sector que se benefició del proceso de automatización para poder tener capacidad de reacción, además de aprovechar los atributos que proporciona la digitalización tanto en sus operaciones como en su regulación.

Según un artículo publicado por la agencia peruana de noticias “Andina” en 2020, entre los principales beneficios que otorga tanto la automatización como la digitalización a esta industria destaca la reducción de hasta un 90% en errores documentales durante el registro del lote; y un 80% de reducción en el ciclo de revisión de registro de lotes para su liberación, lo que implica una reducción de costos y aumento de rotación de inventarios, solo por mencionar algunas ventajas en torno a la aplicación de ambas innovaciones.

En otros ámbitos la situación es similar. Se prevé un desarrollo creciente de los proyectos de modernización y mantenimiento junto con fortalecerse el posicionamiento de la nube como una herramienta de gran relevancia a la hora de diseñar, operar y controlar los procesos.

“La pandemia contribuyó a sincronizar a todas las industrias y a que éstas cuenten con un sentido de urgencia sobre la digitalización de sus operaciones. Una de las herramientas protagonistas durante este período y que cada vez se va a potenciar aún más es la nube, la cual, a grandes rasgos, busca democratizar la tecnología. Es decir, llevar los datos a otro nivel, el acceso a nuestras operaciones de otra forma, operar, controlar y diseñar las cosas de otra manera”, señala Gustavo Zecharies, vicepresidente de Latinoamérica para Rockwell Automation.

Y es que en este panorama tan cambiante y que ha impuesto nuevos códigos las compañías se han visto en la obligación no solo de optimizar sus operaciones, sino también de avanzar hacia el próximo nivel operativo, centralizar sus operaciones, monitorear de forma remota lo que sucede en sus diferentes plantas, contar con un gran sistema de seguridad que los proteja de ciberataques, y responder a las necesidades de sostenibilidad.

Con todas estas transformaciones, la pregunta que surge es ¿cómo se viene el panorama para el 2023? Es una de las grandes interrogantes que se está tomando la agenda de los sectores productivos, tomando en cuenta que, según datos del Banco Mundial, para ese año se estima que la economía de América Latina caerá al 1,6% y en 2024 se ubicará en 2,3%.

En opinión de Gustavo Zecharies, si bien la dinámica de América del Norte hará que los mercados entren en una corta pero significativa recesión, esto planteará un escenario interesante para LATAM.

“Para la industria en América Latina, 2023 será un año con grandes desafíos”, complementa Alejandra Quevedo, directora Regional de Marketing de Latinoamérica en Rockwell Automation, quien afirma que si bien el panorama será incierto el próximo año, los procesos de digitalización y automatización continuarán siendo cada vez más desarrollados en el transcurso del tiempo y generarán nuevas oportunidades tanto en las operaciones productivas como en el mundo del trabajo, creando nuevos roles y especializaciones para los cuales se requerirá preparación y una visión de futuro de alto nivel.