Por Francisca Rojas, jefa de HSEC en Arrigoni Ambiental
Según datos de Willis Towers Watson, multinacional británica-estadounidense de riesgos y corretaje de seguros, entre 2010 y 2020, el 70% de los incendios reportados en Chile se concentraron en los rubros ocupaciones industriales, mercantiles y de almacenamientos, tres sectores que hoy y siempre deben estar atentos y preparados para evitar cualquier tipo de siniestro. En nuestro país la regulación sobre incendios está a cargo de diversas instituciones; en el área laboral, el Ministerio de Salud exige a las empresas -que contengan bodegas con sustancias peligrosas- un plan de emergencia, mediante las normas D.S 594 y D.S 43.
El cumplimiento de estos instrumentos legales es clave y por supuesto, riguroso. Toda empresa tiene que considerar desde el comienzo de su funcionamiento planos de ubicación de sus bodegas e indicar cómo se distribuyen, un listado de las sustancias peligrosas y las HDS, identificación de los materiales más peligrosos como los líquidos inflamables y combustibles, entre ellos: alcoholes, solventes, aguarrás y derivados del petróleo, asimismo aceites y grasas lubricantes; todos, elementos que junto a instalaciones antiguas y sin mantenimiento o sobrecarga del circuito eléctrico, fallas en sistemas de protección por cambios de voltajes o de consumo, pueden desencadenar una tragedia.
La labor preventiva también depende del orden y la limpieza de los lugares anteriormente mencionados, eludir almacenamiento de materiales incompatibles es algo crucial. Respecto al capital humano, las empresas están obligadas a contratar personal capacitado para prevención y/o control de incendio, equipos de emergencia internos que además son responsables de una continua coordinación con los cuerpos de Bomberos.
Pero, ¿cómo actuar en caso de un incendio desencadenado? Lo primero es activar la brigada de emergencia; en caso de no poder controlar el evento, acudir entonces a Bomberos y entregar las facilidades completas para la contención y propagación del fuego. Durante el siniestro, nunca hay que informar causas predeterminadas, lo correcto es esperar el resultado de las pericias legales para puntualizar si hubo o no intencionalidad en los hechos, pues frente al hallazgo evidencia la situación podría incluso terminar en un juicio.